Capacidad de los sistemas sociales, económicos y ambientales de afrontar un suceso, tendencia o perturbación peligroso respondiendo o reorganizándose de modo que mantengan su función esencial, su identidad y su estructura, y conservando al mismo tiempo la capacidad de adaptación, aprendizaje y transformación.
Se refiere a la característica de una persona o comunidad que cuenta con recursos y capacidades que le permiten convivir con eventos peligrosos y, en caso de ser afectado, recuperarse.