La adaptación es un proceso continuo de ajuste para responder ante los desafíos del cambio Climático. Las acciones de adaptación buscan mejorar la Resiliencia y reducir la Vulnerabilidad de la gente, sus actividades económicas y los ecosistemas.
A lo largo de la historia el ser humano ha utilizado y obtenido beneficios de la naturaleza, como agua dulce, alimentos, madera, materias primas, polinización, protección, entre otros. Estos beneficios, también llamados servicios ecosistémicos, son la base de la economía y de los Medios de vida y el bienestar de las personas. Estos servicios son esenciales para la adaptación al cambio climático. Si se conserva y se gestiona sosteniblemente la naturaleza, aportará funciones y servicios que serán clave para la adaptación ante un clima cambiante.
La AbE es un enfoque basado en las personas: busca reducir su vulnerabilidad y generar beneficios para sus medios de vida, al mismo tiempo que conserva la naturaleza.
Para saber más descarga:
El ABC de la Adaptación basada en Ecosistemas
Servicios ecosistémicos y adaptación
Entender los servicios ecosistémicos y su potencial para la adaptación es fundamental para poner en marcha una iniciativa AbE.
Los servicios ecosistémicos clasifican en cuatro grandes grupos:
Servicios de soporte o apoyo
Son los servicios necesarios para el suministro de todos los demás servicios ecosistémicos y que mantienen las condiciones para la vida en el planeta, tal como la biodiversidad y los ciclos de la naturaleza.
Para conocer más descarga:
Adaptación basada en Ecosistemas: Los manglares
Servicios de provisión
Son los bienes y servicios obtenidos de los ecosistemas a través de actividades productivas o del uso directo.
Servicios de regulación
Son los beneficios obtenidos gracias a las funciones clave de los ecosistemas que pueden ayudar a reducir o controlar los procesos naturales.
Servicios culturales
Son los beneficios no materiales (valores) que puede brindar un Ecosistema.